LA REINA CAMILLA LUCE LA TIARA DE RUBíES MáS ESPECTACULAR DE ISABEL II QUE ELLA MANDó REALIZAR DESMONTANDO OTRA

La visita de Estado de los emperadores de Japón a Reino Unido se ha convertido en una de las grandes citas royal del calendario veraniego. Carlos III, el príncipe William y la reina Camilla, en ausencia de Kate Middleton, han sido los encargados de agasajar a Naruhito y Masako. Una ceremonia de bienvenida y una cena de Estado han sido los primeros actos oficiales de esta visita oficial de tres días, y para la cena los focos han estado puestos en la reina Camilla, que ha lucido una impresionante tiara de rubíes que la propia Isabel II mandó realizar.

Para la cena, ambas mujeres han elegido el color blanco al que siempre recurría Isabel II. Camilla ha elegido en esta ocasión un vestido de la firma Fiona Clare Couture de escote en V, manga larga con detalle de pedrería en el puño y falda plisada, que ha combinado con un espectacular collar de diamantes de tres vueltas y la tiara birmana de rubíes y diamantes, una de las piezas más especiales del joyero de Isabel II, que ella misma mandó realizar a su gusto.

Aunque la mayor parte de las tiaras de la reina eran herederas, auténticos tesoros de la familia, en la década de los 70 fue ella misma la que decidió añadir una nueva tiara a su colección que estuviera hecha con rubíes. La monarca confió en Garrard, una de las firmas de cabecera de la monarquía inglesa, y la encargada de hacer el anillo de compromiso de Lady Di. Los diamantes que se emplearon para hacer esta tiara pertenecían a otra, la tiara Nizam de Hyderabad, un regalo de bodas que Isabel II recibió de un príncipe indio.

El mismo príncipe le pidió a Isabel II que escogiera la joya de Cartier que más le gustara, y escogió una tiara floral de diamantes con un collar a juego que lució en los primeros años de su reinado pero luego cayó en desuso porque era difícil de llevar. Isabel II conservó los broches desmontables y el collar, pero mandó deshacer la tiara para utilizar los diamantes en esta nueva tiara birmana.

Que Isabel II no tuviera ninguna tiara de rubíes no era casualidad: claro que la corona tenía una entre sus tesoros, pero era una de las favoritas de la Reina Madre, que quedó viuda con apenas 51 años, y su hija no quiso quitarle una de sus piezas más preciadas, teniendo en cuenta que Isabel Bowes-Lyon siguió prestando servicio a la corona durante muchos años más. Así que Isabel II no empezó a llevar sus tiaras predilectas hasta que ella falleció en 2002.

Ahora, ha sido la reina Camilla la que se ha encargado de volver a lucir la tiara birmana de rubíes en el esperado viaje oficial de los emperadores de Japón a Reino Unido.

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